La xerosis o piel seca es un trastorno muy frecuente en la población general. Cuando presentamos esta condición nuestra piel se vuelve áspera, descamativa y presenta picor.
Se puede relacionar con algunas enfermedades cutáneas como la dermatítis atópica, pero cualquier persona con piel sana puede presentar en algún momento xerosis.
¿Por qué se produce xerosis?
La capa más externa de nuestra piel se encarga de evitar la pérdida excesiva de agua. Ésta, es una tarea fundamental para que nuestra piel esté hidratada. Cuando el volumen de agua de nuestra piel baja, se produce xerosis.
Las causas de esta pérdida excesiva de agua son múltiples. Puede relacionarse con algunas enfermedades cutáneas como la ictiosis, la dermatitis atópica o el eccema irritativo de las manos, pero cualquier persona sana puede padecer esta condición si está expuesta o condicionada por los siguientes factores:
· Herencia.
· Edad: el 75% de las personas que sufren xerosis tienen más de 75 años.
· Enfermedades concomitantes: dermatitis atópica, hipotiroidismo, psoriasis, déficits de absorción intestinal.
· Factores ambientales: las temperaturas frías y los climas secos facilitan la deshidratación de la piel al igual que la exposición solar. El aire acondicionado o la calefacción también contribuyen a que la sequedad aumente.
· Exposición a agentes químicos: detergentes, geles de baño, lociones o perfumes. aplicar fármacos como corticoides tópicos también puede provocar que nuestra piel se reseque.
· Fricción mecánica o abrasión.
Tratamiento tópico de la xerosis
Debemos seguir una serie de cuidados específicos para rehidratar nuestra piel:
Cuidados para evitar la xerosis
· Beber suficiente agua
· Seguir una dieta equilibrada
· Realizar ejercicio con regularidad para estimular la circulación de la piel y el aporte de
nutrientes y oxígeno.
· Evitar el consumo de tabaco y alcohol.
· Minimizar la exposición solar.
· En el baño usar agua templada y evitar jabones irritantes.
· Evitar lociones, ungüentos o colonias, especialmente si llevan alcohol.
· Elegir prendas de vestir de algodón y no demasiado ajustadas.
Además de los cuidados anteriores, es fundamental el uso de preparados tópicos que nos ayuden a regenerar nuestra piel. Hay varios tipos de substancias: las humectantes, evitan la pérdida excesiva de agua; las hidratantes ayudan a mantener el equilibrio acuoso de nuestra piel y los agentes relipidizantes activos aportan los elementos necesarios para equilibrar los componentes de nuestra piel.
En PeSaúde apostamos por un tratamiento individualizado ya que cada paciente tiene unas necesidades específicas.